El proyecto articula la superficie del local en dos partes relativamente rectangulares. La primera de ellas corresponde a la zona de acceso y está focalizada por la presencia de los probadores en el fondo. En el centro de este espacio aparece el mueble de caja. Este primer espacio está maclado con la zona interior del local, de proporciones más cuadradas y estáticas, donde está la ropa expuesta. La leve diferenciación de estos espacios mediante el juego de techo y suelo es fundamental en esta lectura.
Todo el perímetro del local se esculpe con huecos de luz en los que se muestra la ropa.
El lenguaje buscado es muy volumétrico y esencial, en pos de una imagen rotunda, producto de un tratamiento estereotómico de los materiales. Para evitar la sensación de frialdad comercialmente rechazable, se termina el pavimento combinando entarimado y moqueta de pelo de coco. De esta manera, conseguimos que sea sólo el plano del suelo el que pese y, por contraste, otorgue levedad al conjunto.
Dentro de este planteamiento, merece punto aparte el desarrollo de la fachada del local. Resulta evidente la necesidad de conseguir la continuidad del espacio de acceso con la calle, para que sea el espacio de acceso el que “invada” la calle, y no al contrario. Una vez ampliado el hueco de fachada hasta 4,10 m de ancho, se plantea un cerramiento de vidrio entero en toda la altura, con una carpintería perimetral de acero y una puerta central de la misma altura. Sin duda alguna, es el rotundo cambio de escala producido así lo que dignificará al máximo el acceso.
Emplazamiento:
Zaragoza
Promotor:
Privado
Fecha fin de obra:
marzo de 2001
Superficie construida:
324,35 m²
Ppto. ejecución material:
16.195.411 Pts.
Imágenes:
Belda Arquitectura
Category:
Interiorismo