Edificio Pº María Agustín

98 viviendas

La parcela objeto de proyecto forma parte del cierre perimetral de la ciudad decimonónica.

Su fachada Sur, se presenta frente a una de las principales arterias de acceso al casco urbano.

Ello contribuye a prestigiar y dar visibilidad a la promoción, pero también establece un importante nivel de exigencia en cuanto a representatividad de la edificación propuesta, que será al mismo tiempo parte de la fachada de la ciudad hacia el espacio abierto que fluye hacia el centro urbano desde la estación del AVE.

Además, es importante el elevado nivel de ruido que existe en este entorno, en el que el tráfico rodado cobra gran protagonismo.

Por otra parte, hay que tener presente que, de acuerdo con el planeamiento vigente, la resolución de la edificación debe contribuir definitivamente a cerrar la manzana y concluir la trama urbana en el entorno de la plaza de toros, entorno en el que actualmente la escena urbana presenta serias deficiencias.

Con estos fundamentos, se ha tratado de abordar el planteamiento preliminar de la propuesta técnica desde los siguientes postulados:

• Integración del hábitat en la naturaleza.
• Máximo aprovechamiento de las posibilidades bioclimáticas de la edificación, tanto en la utilización de las energías renovables como en la capacidad intrínseca de la edificación para el control ambiental.
• Establecimiento de mecanismos diversos para control de la luz solar y de la privacidad, sin renunciar a las vistas ni a la representatividad.
• Respeto al medio ambiente durante el proceso constructivo y durante la vida útil de la edificación.
• Cualificación arquitectónica de la edificación como elemento capaz de caracterizar y protagonizar el entorno a través del diseño.
• Racionalización del proceso constructivo para optimizar los costes y plazos de ejecución de la obra.

La envolvente térmica del edificio se plantea con un sistema que permita una ejecución sencilla y rápida y garantice unas prestaciones térmicas y acústicas muy elevadas. Para ello, se confía en una fachada SATE con gran aislamiento térmico combinada con un acristalamiento de calidad.

Una vez fijada la envolvente térmica, se plantea el establecimiento de un cuerpo volado sobrepuesto, compuesto por una retícula metálica que contiene los distintos elementos que se utilizarán para poder controlar la luz solar y la privacidad de los distinto espacios interiores. Este elemento, que se adosa a todas las fachadas exteriores, presenta además un componente formal relevante, puesto que será lo que caracterizará la imagen de la propuesta.

Se plantean tres tipos diferentes de solución de fachada, en función de la situación y del uso de la estancia a la que sirven. Es la alternancia de esas tres soluciones tipo la que acaba configurando el edificio, sin dejar espacio al capricho o a la arbitrariedad.